Transformación Digital Inteligente, clave para hacer de México un país innovador en la Cuarta Revolución Industrial
El significado de la palabra “innovación”, muchas veces usado superficialmente, representa innumerables horas de trabajo, pruebas, estrategias y aprendizajes. Más importante aún, es un término íntimamente ligado a la Industria 4.0, porque hace referencia al momento histórico que vivimos en México respecto a una transformación tecnológica de fondo que atañe al cómo se hacen los procesos de negocio dentro de las empresas. Una transición que se dice fácil, pero cuya aprobación, adopción y desenvolvimiento se ha convertido en uno de los retos más importantes del último siglo.
Para el Dr. David Romero, Profesor Investigador en Manufactura Digital, Inteligente y Avanzada del Tecnológico de Monterrey, esta Cuarta Revolución define inclusive el grado de madurez de las empresas en relación a su cultura tecnológica. “Hay una diferencia entre las organizaciones que hacen vigilancia tecnológica y aquellas que no. En el segundo caso, se trata de firmas que consideran a las tecnologías de la Industria 4.0 como nuevas y les crean una disrupción, así que es lógico pensar que las visualizan como una revolución. Para las que realizan vigilancia tecnológica son parte de una evolución natural de su portafolio tecnológico”, explicó.
Lo que sucedió como antecedente, fue que los sectores industriales de Tecnologías de la Información (IT) y de Tecnologías Operativas (OT), antes separados, encontraron puntos de convergencia y trabajaron conjuntamente en el desarrollo de tecnología que combinaba sus competencias técnicas para dar vida a la Realidad Virtual, Realidad Aumentada, Manufactura Aditiva, Inteligencia Artificial y Robótica Colaborativa, por mencionar a algunas. Hoy se tiene la madurez necesaria en estas tecnologías hibridas para lograr que sus capacidades pasen al uso masivo industrial, a costos más asequibles y con áreas de aplicación innovadoras.
“Por ejemplo, la manufactura aditiva lleva cerca de 40 años en desarrollo tecnológico, pero se democratizó recientemente su uso en la industria gracias a que la tecnología comenzó finalmente a madurar”, agregó el investigador. A pesar de que la Industria 4.0 para muchos es aún una tendencia e incluso hay quienes desconocen siquiera su existencia es vital entender este fenómeno tecnológico e identificar cómo subirse a la ola de automatización, robotización y digitalización.
Reconociendo a la Industria 4.0
La forma de comprender este paradigma arranca desde el contexto histórico. La primera revolución industrial, detonada en la segunda mitad del siglo XVIII, acuñó el concepto de industria como tal gracias al surgimiento de la máquina de vapor. En tiempos de la posguerra, nos encontramos con la segunda transición, una más centrada en los modelos de producción y procesos, donde la manufactura en masa se vuelve un componente clave y es fomentado por la adopción de redes eléctricas. El tercer hito parte del cómputo como fuerza de trabajo, estableciéndose desde la década de los 80s, donde los procesos y aditamentos análogos comenzaban a verse rebasados por plataformas electrónicas y digitales. De este último escalón, el de la digitalización, se desprende lo que llamamos Cuarta Revolución Industrial.
“Esta cuarta revolución se distingue por las tecnologías disruptivas o exponenciales, es decir, que avanzan de una manera no lineal, y eso representa un cambio de paradigma y de cultura porque estamos acostumbrados a pensar linealmente. Sin embargo, es una oportunidad y un desafío, porque los tiempos del mercado se acortan y ya no podemos planear a largo plazo; esto implica a su vez una transformación en el sector empresarial, social, académico y gobierno, las instituciones que fueron creadas en el siglo pasado necesitan evolucionar, porque si no, corren el riesgo de desaparecer o de perder eficiencia”, observó Jaime Reyes Robles, Secretario de Innovación, Ciencia y Tecnología del Estado de Jalisco.
Ligada a este concepto, la “Industria 4.0” alude al establecimiento de unidades productivas altamente eficientes con el menor número de recursos y componentes posibles, por eso se acuñó un adjetivo de “inteligencia” de principio a fin. En ese objetivo se emplean tecnologías representativas como automatización, robótica, analítica de datos masivos (big data), Internet de las Cosas (IoT) y cómputo en la nube, alternativas que buscan optimizar las capacidades del hombre y la electrónica. El investigador del Tecnológico de Monterrey consideró que con la entrada de dichos componentes será necesario retomar con mayor seriedad en las organizaciones tres componentes administrativos clave, que son la planeación estratégica basada en la tecnología, la gestión del riesgo ante la adopción tecnológica y la gestión del cambio en las formas de trabajo en todas las áreas que conforman a la empresa, no sólo en las áreas de logística y producción.
Transición hacia la innovación
El alcance de esta transformación va más allá de las fábricas, impactando la forma en que trabajamos, nos relacionamos y, en general, nos desenvolvemos en nuestra vida diaria. En el aspecto monetario, la magnitud de este fenómeno resulta también sorprendente, se espera que los mercados que componen la Industria 4.0 alcancen un valor superior a los $4 billones de dólares, de acuerdo a KPMG1. Para los empresarios es una evolución necesaria, ya que prácticamente 70% de los ejecutivos refiere tener expectativas positivas de esta cuarta revolución industrial, según el Barómetro Global de Innovación de General Electric2.
Desde la conceptualización de esta tendencia en el 2011 en Alemania, los directivos del sector empresarial han virado su opinión de manera positiva hacia la adopción de esta tendencia tecnológica, al grado que proyectan esto se refleje en un incremento anual del 2.9% en sus ingresos, mientras que esperan poder reducir sus costos operativos en un 3.6% para 2021, así lo que plantea en un informe la consultora PwC3.
Tal panorama implica una reconfiguración económica, social y política, donde la adopción de Industria 4.0 puede ser un factor diferencial para determinar a los líderes del mañana. A nivel regional, se cree que el aprovechamiento de esta tecnología puede disminuir las brechas que factores como carencia de recursos, falta de planeación estratégica, volatilidad financiera y bajos niveles de producción han generado en la competitividad de los países latinoamericanos.
Esta predicción se vuelve cada vez más cercana a ojos de los analistas; BBVA Research, por ejemplo, indica que América Latina crecerá económicamente 1.6% más que el año pasado, cifra que vincula en gran medida con la irrupción de nuevas tecnologías en la región4. Afianzando esta visión, IDC reportó que los gastos destinados a transformación digital en la región podrían ascender a más de $57,000 millones de dólares para 20205, un reflejo de la inversión que detone el desarrollo de los mercados latinoamericanos.
La visión local es aún más esperanzadora, ya que México se ha posicionado como un referente en adopción y desarrollo de nuevas tecnologías. En su “Digital Transformation Index”, Dell ubica al mercado nacional como el tercero en términos de madurez en lo que a innovación se refiere6; del mismo modo que ProMéxico apunta que más del 70% de las exportaciones de media y alta tecnología en la región son provenientes de nuestro país7, además de ocupar el puesto ocho en el Índice en Competitividad en la Manufactura de Deloitte.
“Hace 25 años la economía de México era mayor que la economía de Corea, ahora el PIB per cápita en Corea oscila entre $25,000 y $30,000 dólares, mientras que el nuestro se encuentra en la franja de $6,000 a $9,000 dólares. Ahora, la revolución 4.0 es un catalizador significativo de crecimiento, si a Corea le tomó 25 años alcanzar este nivel de desarrollo, con los avances actuales podemos tener una región competitiva a nivel nacional en menos tiempo, quizás en los próximos 5 a 7 años. Esto representa también un desafío, porque si no apostamos por esta tendencia nuestro PIB per cápita podría quedarse estancado $11,000 o $12,000 dólares para el 2030”, agregó Reyes.
México, con un pie en el futuro
Claramente la oportunidad que tiene México de montarse en la tendencia es enorme, permitiéndole virar su modelo económico de manufactura y tercerización productiva a un esquema de innovación y servicios avanzados de ingeniería. Para lograr esto es requerida la constitución de un plan de desarrollo concreto y un ecosistema industrial, académico, empresarial y gubernamental preparado para hacer de la tecnología un activo de transformación.
El Dr. David Romero consideró que el modelo educativo debe ser menos teórico y establecerse dentro de un balance teórico-práctico, ya que la expectativa del talento es que tenga el conocimiento y entendimiento sobre lo que va a realizar y las habilidades necesarias para ejecutarlo. “En el caso de la academia debemos movernos de la teoría a la práctica en un sano balance y poner de nuevo atención a las áreas de conocimiento conocidas por sus siglas en inglés como STEM: ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas”. Estas áreas de conocimiento son consideradas fundamentales para el éxito dentro de esta cuarta revolución industrial.
Partiendo del talento como base de este paradigma, nuestro país cuenta ya con una fuerza preparada en procesos de fabricación, donde la perspectiva creativa constituirá el valor añadido. Estadísticas de ProMéxico estiman que en el ciclo escolar 2014-2015 había alrededor de 987,317 estudiantes enlistados en áreas relacionadas con ingeniería, producción y construcción, en niveles superior y medio superior8. De estas, se destaca la inscripción de los alumnos en áreas de especialidad relacionadas con ingeniería industrial, mecánica, electrónica y tecnología. Es decir, las instituciones educativas están preparadas para surtir una población profesional altamente preparada para lidiar con los retos de la industria 4.0.
Del mismo modo, el requerimiento de las empresas por capital humano especializado en estas áreas, ya sea en sedes corporativas o de manufactura, se ha incrementado considerablemente, reflejando cambios en la balanza que hablan de una demanda al alza para solventar necesidades de procesos técnicos, comerciales, operativos y de servicio al cliente. En su Guía del Mercado Laboral, la consultora Hays hace evidente esta situación, describiendo que las ofertas de personal en las empresas son encabezadas por ingenieros (51%), científicos (30%) y profesionales de ciencias sociales y jurídicas (18%)9.
Mientras tanto, “en la transformación que estamos impulsando desde Jalisco, buscamos convertirnos en un centro de tecnología o una capital de innovación en el ámbito nacional e internacional. Todavía tenemos maquila y manufactura tradicional en el Estado, pero parte de nuestro ecosistema ha evolucionado a centros de investigación y desarrollo a través de las herramientas que tenemos, incluyendo: mayor uso de internet, aumento en la cobertura de conectividad y generación de fondos de desarrollo regional. De una manera más concreta podríamos identificar dos factores para impulsar esta transformación: la formación de talento y el desarrollo de un ecosistema; hablamos de mano de obra calificada y un músculo empresarial e institucional sólido, de modo que pueda ser una industria atractiva para la inversión. La unión de los sectores académico, productivo, gubernamental y civil, es el ingrediente fundamental para para que Jalisco se transforme de una manera mucho más rápida, porque el ecosistema se logra a través de la cohesión de todas las partes involucradas”, explicó el Secretario.
En este rubro, ProMéxico informa que actualmente nuestro país suma más de 1,300 jugadores en clústeres de tecnologías de la información, y se espera que para 2019 y 202110 se creen dos clústeres de manufactura híper-flexible, acciones que pretenden generar las condiciones necesarias para hacer de México un referente mundial de esta tendencia. Según el Foro Económico Mundial en su estudio “Readiness for the Future of Production”, México está en el lugar 24 de 100 su índice global de preparación para la producción del futuro.
El tema, no obstante, no es el estatus actual de nuestra nación sino cómo estará mañana. “Como país México tiene oportunidades en el mercado global gracias a su liderazgo en tratados comerciales internacionales, así como una fortaleza en cuestión de generar un ecosistema emprendedor. El gran reto es la colaboración, los países más exitosos serán aquellos que hoy están dispuestos a desarrollar una cultura de colaboración entre start-ups y empresas, industria y academia, gobierno y sociedad. Hoy tenemos una base sólida y los ingredientes necesarios para ser competitivos en el futuro”, consideró el Dr. Romero.
1 KPMG. (2018). Beyond the hype: Separating ambition from reality in i4.0. [online] Available at: https://assets.kpmg.com/content/dam/kpmg/xx/pdf/2017/05/beyond-the-hype-separating-ambition-from-reality-in-i4.0.pdf [Accessed 8 Jun. 2018]. 2 General Electric. (2016). 2016 GE Global Innovation Barometer. [online] Available at: https://www.ge.com/jp/sites/www.ge.com.jp/files/2016-GEIB-Full-Findings_FINAL.pdf [Accessed 8 Jun. 2018]. 3 PWC. (2016). Industry 4.0: Building the digital enterprise. [online] Available at: https://www.pwc.com/gx/en/industries/industries-4.0/landing-page/industry-4.0-building-your-digital-enterprise-april-2016.pdf [Accessed 8 Jun. 2018]. 4 Álvarez, C. (2018). América Latina: más crecimiento gracias a la transformación digital | BBVA. [online] BBVA NOTICIAS. Available at: https://www.bbva.com/es/america-latina-mas-crecimiento-gracias-transformacion-digital/ [Accessed 8 Jun. 2018]. 5 IDC (2018). En 2018, una de cada nueve empresas en LA estará emprendiendo una estrategia de Transformación Digital (DX): IDC. [online] Available at: http://www.idclatin.com/releases/news.aspx?id=2266 [Accessed 8 Jun. 2018]. 6 Dell Technologies. (2018). Embracing a Digital Future. Transforming to leap ahead. [online] Available at: https://www.delltechnologies.com/content/dam/delltechnologies/assets/promotions/resources/Digital_Future_Executive_Summary.pdf [Accessed 8 Jun. 2018]. 7 ProMéxico (2016). Crafting the future. A roadmap for Industry 4.0 in Mexico. Available at: http://www.promexico.mx/documentos/mapas-de-ruta/industry-4.0-mexico.pdf [Accessed 8 Jun. 2018]. 8 Ibíd. 9 Hays México (2018). Guía del Mercado Laboral 2017-2018. Un análisis de tendencias y salarios en México. 10 Ibíd. 11 World Economic Forum. (2018). Readiness for the Future of Production Report 2018. [online] Available at: http://www3.weforum.org/docs/FOP_Readiness_Report_2018.pdf [Accessed 8 Jun. 2018].