Colibrí 3D hace destacar a México como creador de impresoras 3D
Colibrí 3D es una muestra de que la innovación puede surgir en cualquier lado, pues en 2012 un grupo de ingenieros con visión de negocio decidieron entrar en el desarrollo de soluciones de impresión 3D. En este sentido, Federico Santos, Director General de Colibrí 3D, recuerda que al paso de un año hicieron los cambios organizacionales necesarios para que los involucrados en el proyecto se dedicaran de lleno a la innovación, en ese momento el proyecto fue madurando más rápido y pasado de la fase de diseño de prototipos a la creación de una serie de modelos comerciales listos para usuario final.
“Como en la mayoría de los proyectos, al inicio la lluvia de ideas era fluía de manera ágil, sin embargo, poco a poco fuimos recabando experiencia técnica y los recursos económicos para crear la primera plataforma. La cual consideraba software propietario para diseñar los modelos tridimensionales, extrusores y las impresoras, que fueron creadas con robustos componentes metálicos que más adelante se convertiría en un distintivo de calidad de la marca respecto a otros competidores a nivel mundial”, señaló el director general.
Adicionalmente la empresa desarrolló tres niveles de soporte técnico, que también se han convertido en un factor que los diferencia del resto de los jugadores del mercado, ya en tiempo y costo son mucho más competitivos respecto a ofertas de marcas extranjeras. En el primer nivel de soporte se brinda consultoría para dudas básicas; en el segundo ya interviene la respuesta de ingenieros con conocimiento para armar o desarmar las impresoras; y el último nivel involucra a los diseñadores del equipo. Esto permite resolver eventos de mantenimiento que, como sucede con cualquier otra máquina, son necesarios para incrementar la vida útil del equipo.
Respecto a la producción de los equipos es importante señalar que Colibrí 3D apostó a la fabricación de sus impresoras con materiales robustos, tema que ha sido de gran utilidad considerando que la competencia a nivel global decidió reducir costos empleando plásticos. “Esto se hace notorio cuando se compara la garantía que ofrecen marcas de China, Estados Unidos o Europa”, destacó Santos.
Con esta estrategia en mente, la empresa lanzó al mercado su portafolio de impresoras que incluyen equipos industriales capaces de trabajar 24 horas los 365 días del año y dos opciones más para el mercado de hogar. Esta segmentación permite que los clientes interesados determinen el costo-beneficio dependiendo de la carga de trabajo que pretendan darle al equipo. Recientemente para el segmento profesional, agregaron un equipo IoT, el cual tiene la capacidad de recibir instrucciones remotamente vía una aplicación para Android y sistemas iOS. Mediante una comunicación WiFi, Bluetooth o 3G, es posible administrar las funciones de la impresora tridimensional y rescatar datos de valor para su operación a distancia.
Perseverancia, pieza clave del emprendedor
De acuerdo con el directivo, para consolidar el portafolio de Colibrí 3D existieron desvelos, charlas, pruebas y muchos intentos, lo cual lo lleva a concluir que la perseverancia es primordial para los emprendedores mexicanos, que si bien pueden encontrar fondos económicos en instituciones como el CONACYT e incluso a través de inversionistas privados, al final tienen que demostrar la viabilidad de su proyecto, no al iniciarlo sino al darle continuidad hasta que sea exitoso. Esta mentalidad llevó a la startup el anexar en su plan de negocio un proceso de evangelización el cual fue creciendo hasta llegar al punto de recibir pedidos en preventa; en vez de preocuparse por mantenerse en el mercado, ahora buscan estar a tiempo para las fechas de entrega. “Todos se han puesto la camiseta y trabajan en conjunto”, es el secreto que permitió el avance continuo, consideró Federico Santos.
En lo que respecta a desarrollo tecnológico, Colibrí 3D coincide en que hay que impulsar el concepto de que en México se gesta tecnología, la cual además de destacar por su calidad y competir a nivel global, sirva para ayudar a las empresas nacionales a ser más competitivas haciendo que México sea punta de lanza en procesos de transformación digital y de Industria 4.0. En este aspecto la firma ha identificado gran interés en la vertical de educación, particularmente universidades que han decidido adoptar la impresión 3D para incrementar su oferta académica y su competitividad en el sector.
Otro hito importante para Colibrí 3D fue su participación en el CES 2018, la cual se pudo concretar gracias al apoyo del Gobierno de Jalisco, INADEM y 4.0 Industrial Cluster. “Nosotros fuimos parte del grupo de empresas expositoras en el pabellón de México, y esto nos brindó un gran ejercicio de aprendizaje. Por ejemplo, desde el punto de vista de relacionamiento pudimos conectarnos con otros desarrolladores de tecnología y darnos cuenta que también ellos deben luchar por sacar a flote sus propuestas y tienen retos equivalentes a los que nosotros tuvimos en su momento. Por el lado tecnológico, pudimos medir nuestra propuesta con el resto del piso de exhibición y darnos cuenta que somos un jugador con las cualidades para competir mundialmente”, reflexionó Santos.
Por supuesto el evento también fue un ejercicio de expansión ya que pudieron iniciar pláticas de distribución con personas de Estados Unidos, Centroamérica y Europa; con lo cual tras validar la cuestión legal y protección de patente, los emprendedores explorarán esos mercados como parte de su plan de crecimiento a corto plazo.
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