El cielo se llena de nubes: El enfoque multicloud

 

Multicloud

La digitalización ha llegado a las puertas de los grandes corporativos y la tendencia es dejar de depender en la capacidad de memoria del hardware y enfocar tanto el manejo como el almacenamiento de documentos hacia las nubes. De acuerdo a una entrevista con Jorge Gómez, encargado de Servicios de VMWare México, del total de compañías que están apostando por esta tecnología, 30% dedicó parte de su presupuesto de TI a nubes públicas y el 18% restante lo hace en nubes privadas.

El uso del término “nube” comenzó a utilizarse con regularidad a partir del 2006. Fueron Google y Amazon las primeras en popularizar al nuevo paradigma en el que los usuarios podrían acceder a archivos que estuvieran en la web y no en sus equipos, aunque este fue acuñado desde el año 1996. Algunas de las grandes ventajas aportadas por la tecnología son:

  • Fácil acceso: Desde cualquier equipo y sin la necesidad de descargar aplicaciones adicionales. Lo único que se requiere es de un buscados y de conexión a internet.
  • Ahorro: Puesto que no se requiere la compra de una copia individual para cada miembro del equipo de trabajo, se abaratan los costos.
  • Escalabilidad: Si un usuario necesita más o menos capacidad de proceso o de almacenamiento, el proveedor se lo facilita casi en tiempo real.

El esquema híbrido, en el que se utilizan nubes públicas y privadas, es una realidad. Sin embargo, cada vez más empresas están cayendo en cuenta de que las alternativas públicas no están dando el ancho en cuanto a los factores más elementales de seguridad y organización. De esta problemática nace el enfoque del multiclouding.

El multicloud puede resumirse como una estrategia TI que integra la distribución de servicios entre uno o más proveedores de nubes. Esto significa que existe un enfoque sobre la dirección que se le otorga a cada nube dependiendo de sus propiedades, lo que se deriva en un bien formato organizado y responsivo entre múltiples unidades de gestión y almacenamiento.

Algunos de los beneficios que otorga esta metodología son:

Inversiones optimizadas:

Cada cloud tiene servicios diferentes y/o especialización diferente, lo que a su vez deriva en distintos precios. Cuando se realiza un análisis sobre qué nube es mejor de acuerdo a cada objetivo, la distribución de las actividades según su fortaleza culmina en inversiones más inteligentes.

 

Mayor nivel de seguridad:

Distribuir los servicios entre proveedores Cloud brinda un mayor grado de seguridad hacia las empresas que manejan múltiples datos y documentos sensibles. En caso de que alguno de los servicios se caiga, las empresas y sus clientes siguen estando protegidas de una forma u otra.

Autonomía entre servicios:

La capacidad de poder dividir una actividad de acuerdo a la nube sobre la que esté apoyada permite una mayor facilidad para generar métricas detalladas. A su vez, es mucho más sencillo detectar áreas de mejora por actividad y por nube que cuando todas las actividades nacen de la misma fuente.

El multiclouding ya es un esquema que se está aplicando hoy en día. Así como hubo un boom de proveedores de nubes, este formato está generando enormes beneficios para las empresas que se están sumando a esta tendencia de dirigir, ejecutar y medir resultados… desde las nubes.